martes, 25 de mayo de 2010

¿ Y debajo de la cama ?


De nuevo la violencia se apodera totalmente de la política de Felipe Calderón que ha sufrido dos golpes consecutivos en un mismo mes, la muerte del candidato del PAN Mario Guajardo Varela y el secuestro del ex senador, ex candidato a la presidencia y una de las cabezas del Partido Acción Nacional, Diego Fernández de Cevallos o el Jefe Diego como es conocido popularmente.
El asesinato del primero ha sido completamente eclipsado por la desaparición del Jefe Diego sin embargo una lucha en la cual debería estar centrada el gobierno como prioritario para levantar el animo de la población contra la impunidad del terrorismo civil que esta viviendo la sociedad mexicana sumada a la violencia del narcotráfico ha sido inexistencia y ahora nula. La familia Fernández de Cevallos ha pedido a las autoridades mexicanas que se apartaran del caso, cumpliendo así una de las exigencias de los secuestradores que hasta ahora solo han contactado a la familia a través de un correo electrónico en el que además adjuntaban una foto del dirigente panista. Por esta razón las instituciones mexicanas se han apartado del caso como lo demuestra el siguiente comunicado:
“Con relación a la desaparición de don Diego Fernández de Cevallos, y respetando la voluntad de la familia Fernández de Cevallos manifestada de manera pública el día de ayer (viernes), la Procuraduría General de la República consciente de cuál es el bien que se debe privilegiar; hace del conocimiento a la opinión pública que ha decidido suspender las investigaciones”.

Hasta ahora no se sabe bien que es lo que quieren los secuestradores, si estos tenían motivos políticos o si solamente era un “secuestro mas “ de los 18 secuestros diarios que se producen en la capital mexicana.
El caso tiene un peso político importante por que es otro de los grandes fiascos del discurso calderonista, hace unas pocas semanas Calderón sentenciaba que la imagen de México transmitida por los medios y que a la violencia que se cubría en medios les eran otorgadas una importancia que no correspondía con la realidad del país. Así no solo en menos de una semana la “irrealidad” de los medios le ha cobrado a Felipe Calderón un líder político en Tamaulipas y uno ideológico en Querétaro en plena carrera para las campañas estatales en Yucatán, Veracruz, Oaxaca, Durango, Aguascalientes, Zacatecas, Chihuahua, Tlaxcala, Baja California, Chiapas, Puebla, Tamaulipas y Sinaloa es decir en el 41 % del territorio.
Los medios de comunicación al contrario de lo que se podía pensar no han capitalizado este suceso y, al igual que las instituciones, han adoptado una postura neutra sosteniendo que no darán información alguna acerca del caso Diego hasta que este no haya concluido respetando así la voluntad y la intimidad de la familia del político panista.
Sin embargo esta postura no ha sido la inicial por parte del Partido Acción Nacional el cual en un estilo Hoffman de Wag the Dog no tardo en instalar en espectaculares la imagen del Jefe Diego con el mensaje “Estamos contigo Diego.
Para los analistas nos es muy difícil tratar de sacar alguna explicación o alguna hipótesis acerca de los motivos de esta vendetta ya que el Jefe ha acumulado durante toda su trayectoria una cantidad incalculable de enemigos.
Lo mas importante aquí es que el Jefe Diego no es un político mas , un rico común dentro del PAN, el ex senador Fernández de Cevallos es uno de los símbolos de poder y dinero de la elite mexicana actual, es uno de los operadores políticos con mas fuerza dentro del territorio.
Dentro de su Curriculum Vitae sobresalen la coordinación de los diputados del PAN durante la administración Salinas, el cual se encargo de establecer una alianza con el partido que se encontraba en aquel entonces en los Pinos. Dentro de las acciones de la alianza estuvo el aval del Jefe para quemar las papeletas en las elecciones presidenciales del 88. También articulo la venta de la banca mexicana al sector privado y construir una carretera para poder visitar a su amante.
La verdad es que el ex senador si por algo se caracterizaba dentro de la política mexicana era por su gran oratoria y retórica , la cual parece ya inexistente en el resto de la clase política. La populizacion para ganarse el favor de la gente iniciado por Vicente Fox se ha vuelto moda entre el resto de los dirigentes políticos. Diego Fernández de Cevallos pertenecía a esa clase intelectual, de gran presencia y de carisma como lo demostró durante la campaña del 94 en el cual se quedara siempre una de las frases dirigidas hacia los otros dos candidatos pero mas que nada como un impacto a la idea de política innovadora de Zedillo en la cual el entonces candidato Diego exigía no mirar al futuro sin entender el presente y el presente solo se nos materializaba cuando conocíamos bien el pasado y en resumen es la enfermedad que hoy en dia atraviesa el país.
En este centenario no sabemos a donde vamos por que olvidamos que nos trajo aquí, ese espíritu de la revolución se ja perdido por completo, poco a poco se ha ido perdiendo esa identidad de ayuda al pueblo que se materializo en el Plan de San Luis y que tanto pregonaban los jefes Revolucionarios y que debería mantener dentro de sus líneas el Partido Revolucionario Institucional. Hoy en dia no se tiene ni nos orgullesemos de la Doctrina Estrada , de la ayuda humanitaria a las democracias y a los lideres políticos/ideológicos populares entre los que destacan Azaña y Trotsky.
La intervención americana y europea como ayuda a la administración para acabar con el narcotráfico y la falta de credibilidad del gobierno ante el pueblo junto con la violencia y la ineficacia de las entidades publicas pueden y lo mas seguro es que le otorguen de nuevo el poder a Peña Nieto bajo la filosofía de “mas vale PRI conocido que PAN por conocer”.
Licenciado Diego Fernández de Cevallos esperemos tenerle de nuevo cerca para redirigir la política panista y que pueda transmitir su talento a las futuras generaciones políticas dándonos aunque sea por una sola vez verlo de nuevo pronunciando un discurso o debatiendo a sus adversarios con tanta maestría como lo ha hecho desde hace ya tanto tiempo. Estamos con usted.