jueves, 13 de diciembre de 2012

"Insurgentes" y Evo en Madrid


Sabemos cuando nos enfrentamos a producciones cinematográficas que, con o sin intención, contienen un contenido político importante ya que la producción audiovisual ayuda a construir realidades. Sus directores, productores, guionistas son por lo tanto son protagonistas en la arena del conflicto social.
Tan es así que ya en 1949 el director alemán, Veit Harlan, fue  imputado por crímenes contra la humanidad por su film pro-nazi Jud Süß.
Lo que vivimos con la visita del Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, fue lo que podríamos denominar como la Segunda Creación Boliviana. Un proyecto cultura que encuadra con las políticas indigenistas puestas en marcha desde 2006. 
El estreno en Madrid, España contó con un despliegue simbólico muy importante. Desde los snacks de coca dados por la Embajada de Bolivia hasta la aparición del Presidente y no del director para dar a conocer la película.
Es cierto que en la historia del Continente Americano, las comunidades indígenas han sufrido una marginación extrema y en algunas zonas incluso el exterminio deliberado por parte de las nuevas Repúblicas. Incluyendo el proceso de industrialización y explotación del territorio, el indio ha sido un ítem secundario sino que terciario. Por lo tanto en territorios como Bolivia donde los indígenas representan el 60% de la población no nos es extraño que una figura como Evo apareciera. 
Pero la aparición de Evo conlleva un fenómeno de identificación con el Estado muy importante y un desplazamiento de los asiáticos y afrobolivianos hacia el olvido centrando su política en el enfrentamiento con los mestizos. Este enfrentamiento traduce el conflicto de clases no ya como proletarios contra burgueses sino como indígenas contra blancos/mestizos/criollos. 


¿El indigenismo como hegemonía es positivo?. 
No. No es positivo. Como hombres del siglo XXI deberíamos estar por encima de esto. La conformación de un Estado de Derecho y de las divisiones de poderes no conoce de clase, sexo, raza y religión y si existe esta distinción entonces la batalla o la reforma necesaria sería el garantizar los derechos de cada individuo frente a la Administración. 
No hablamos de que durante la presidencia de Evo Morales no se haya garantizado estos derechos entre la población civil y también sería un crimen el negar el avance económico que ha sufrido Bolivia desde 2006, en parte por la crisis en Europa y de la reserva de litio y gas que tiene el país.
Insurgentes es sin duda una pieza a estudiar como propaganda política del actual presidente. Contiene una carga de demonización de la población blanca del país importante omitiendo grandes episodios en los cuales tanto España como la población blanca contribuyeron en el desarrollo del país. 
Tupac Katari pasa a ser la figura central de la cultura popular puesta en marcha por Evo así como Simon Bolivar lo es de Hugo Chavez. Este pasa a ser el mayor icono del indigenismo gracias a, como se nos presenta en la película bajo cristales de un romanticismo, un amor frustrado, una guerra contra los invasores y una ejecución monstruosa. El aura de mártir es pasada de generación en generación bajo la profecía: "Volveré en Millones" y que finalmente recae en Evo. La imagen del actual presidente mirando a los héroes indígenas caídos, entre ellos a Tupac Katari, durante el film no deja duda de la necesidad del enfrentamiento y del liderazgo heredado para dirigir a estos de la diáspora a la tierra prometida o mas bien al Estado prometido. 
En voz de Rosa Luxemburgo: "La potencia del proletariado está fundada sobre su conciencia de clase, sobre su energía revolucionaria, que es dada a luz por esa conciencia, y sobre la política independiente..." trayendo esta a la situación vívida con "Insurgentes" hay que denunciar que si la revolución social sucede en realidad no puede estar sustentada en la conciencia de raza ya que es solo la razón de la proletización la que puede fundar justicia y libertad, fuera de esta cualquier acción es denunciable y necesita de una respuesta de la izquierda internacionalista. 

                            



viernes, 7 de diciembre de 2012