martes, 3 de abril de 2012

La 2º veda



La política mexicana es sin duda una de las mas interesantes llena de fenómenos sociales y económicos a destacar. Ya sea para mostrar las diferencias económicas que existen volviendo de las sociedades mas dinámicas.


Su progreso económico va de la mano de una transición democrática silenciosa, que a diferencia de muchas como la española, ha reestructurado las relaciones de poder y las instituciones que durante mas de 70 años creo el Partido Revolucionario Institucional.


Durante estos cinco años de gobierno, Felipe Calderón se ha enfrentado a el crimen organizado, ha ampliado la cobertura sanitaria volviendo universal, se ha reducido un 23% los indices de pobreza y ha mantenido un crecimiento anual alrededor del 4% y el 5% aún con la Crisis Económica que se ha cobrado a muchas democracias en el 1º mundo. Aún con estos logros, durante estos tres meses se criticaran la agenda presidencial y será uno de los centros del debate, ya sea por las políticas de seguridad publica o la manera en que gano la presidencia en 2006. Y el Presidente estará vedado, no podrá decir nada en su defensa ni en defensa de los suyos gracias a la segunda veda.


Esta veda llega gracias a la Legislatura que termina con Calderón con una misión muy clara: no repetir lo que sucedió en 2006.


La transición mexicana que hemos vivido desde la muerte de Colosio ha sido profunda y la clave para que perdure no se encuentre en frenar a Peña Nieto, se trata en frenar al presidente. Y es que existen dos posturas que puede tomar Felipe Calderón: la foxista o la zedillista.


La foxista es la intervencionista. Vicente Fox durante las primarias que enfrentaron a Calderon y a Creel intervino y salió mal parado de la batalla, perdiendo y dejando que otra apuesta panista ganase la candidatura. Este fallo de reproducir el sistema de dedazo fue denunciada por Calderon y posteriormente por Andrés Manuel Lopez Obrador con el caso de el Desafuero. El resultado final fue el enfrentamiento social por completo poniendo en riesgo la vida y la presidencia de Calderon, el cual durante los primeros meses de Gobierno tuvo que dedicarse a la reconciliación social.


La segunda es la zedillista. El dejar hacer a los otros candidatos sus campañas en un ambiente de igualdad. Aquí el Presidente deja de ser el 1º militante y bandera para ser el garante de la voluntad nacional ejerciendo la Jefatura de Estado y el cambio de Gobierno en un ambiente de concordia en favor del interés nacional.


El interés nacional. Es siempre complejo de definir que es, y cada partido y cada institución podría dar su interpretación de cual es este. Ahora, en la situación de México sería la seguridad y por lo tanto la figura presidencial tendrá que respetar mejor que nadie la veda institucional para que el cambio que todo México exigió en 2006 se materialice en la alternancia democrática.


Una de las claves por las cuales vemos que AMLO no es puntero fue el error gravísimo de no aglutinar a la izquierda en 2006 frente a los otros poderes, finalmente estos emigraron, renunciaron al PRD y volvieron al PRI. Volvieron a quienes para ellos sabían el hacer de las cosas.

Y el PAN se enfrenta ahora en ese segundo momento crucial, teniendo en cuenta que la nominación de Josefina fue la primera dejando a Cordero de un lado. Si el presidente logra que estas elecciones presidenciales pasen pacíficamente y con la aprobación de todos los partidos como lo hizo Zedillo en el 2000 seguro estaremos hablando no solo de la victoria del PRI sino del fortalecimiento de México y la madurez del PAN.


Después de esta reflexión les dejo la ultima palabra de Felipe Calderón en su favor para retirarse posteriormente (eso espero) a un silencio trimestral:




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